Add parallel Print Page Options

Dios mío, ¡escucha mi oración!
¡Presta oído a las palabras de mi boca!

Gente extraña se ha levantado contra mí;
gente violenta intenta matarme.
Dios mío, ¡son gente que no te toma en cuenta!

Pero tú, mi Dios, eres quien me ayuda;
tú, Señor, eres quien sustenta mi vida.

Read full chapter